Impulsa tu memoria y aprendizaje con la ciencia de dormir

Impulsa tu memoria y aprendizaje con la ciencia de dormir

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15 min - 1 hr

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Life Science

This resource is available in English. Este recurso está disponible en inglés.

A young scientist motions toward a white board filled with complex information as a confused robot watches.
Crédito: Joy Ho

¿Alguna vez te ha pasado esto? Estás en una cena con tu familia o con tus amigos. De repente, algo tumba tu bebida y se riega sobre la mesa, causando un desastre. Piensa en este momento. ¿Dónde pasó? ¿Qué hizo que la bebida cayera? ¿Qué bebida había en el vaso? Intenta recordar todos los detalles que puedas.

Leche derramada de un vaso cubre el mesón de la cocina mientras un niño en la cercanía cubre su cara con sus manos en frustración.
La leche derramada no es divertida, pero no te preocupes. Puedes limpiarla muy fácilmente. Crédito: Shutterstock

Tu mente es como una esponja, absorbe información. Cuando vives algo —como derramar una bebida en una mesa— tu cerebro recuerda esa experiencia. Sin embargo, hay ciertos límites sobre cuánta información tu cerebro puede almacenar al tiempo.

Hagamos un experimento: necesitarás de una esponja completamente seca (o un paño o una toalla de papel), una taza medidora, agua y permiso de un adulto para hacer un desastre.

Esto es lo que puedes hacer:

  1. En una superficie plana, derrama ¼ del agua. Con una esponja completamente seca, intenta limpiar el reguero.
    – ¿Qué sucede?
    – ¿Pudo la esponja absorber toda el agua?
  2. Moja la esponja completamente hasta que esté saturada, poniéndola bajo el grifo de agua o sumergiéndose en un balde. Exprime la esponja de forma suave, solamente lo suficiente para quitarle el exceso de agua, de manera que no gotee.
  3. Riega, de nuevo, ¼ de la taza de agua sobre la superficie. Trata de limpiarlo con la esponja mojada.
    – ¿Qué sucede?
    – ¿Pudo la esponja absorber más o menos agua que cuando estaba seca?
  4. Asegúrate de limpiar completamente el reguero. Permite que tu esponja se seque.

¿Fue más efectivo limpiar el reguero con una esponja seca o con una esponja mojada?

¿Por qué crees que es esto? La esponja seca es un poco como tu cerebro cuando está descansado, relajado y concentrado. ¿Y esa esponja mojada? Así es tu cerebro sin sueño.

La silueta de una chica con un cerebro hecho de esponja rosa contra un fondo verdiazul con gotas de agua.
¿Cuánta nueva información puede absorber tu cerebro? Crédito: Sandy Roberts con imágenes de Shutterstock.

Hay muchos tipos de memoria

La memoria es información que el cerebro ha codificado y almacenado. Cuando tratas de pensar en la última cosa que leíste o viste, tu cerebro es capaz de recopilar esa información. Hay diferentes tipos de memoria. Recordar nueva información o eventos depende principalmente de la memoria a largo y corto plazo. Al principio de esta actividad, se te pidió que recordaras muchos detalles sobre la vez que derramaste una bebida. Extrajiste esos recuerdos de tu memoria a largo plazo y los trajiste a tu memoria de corto plazo.

Los recuerdos a largo plazo pueden durar toda una vida. El cerebro tiene una gran capacidad para ellos. Por ejemplo, puedes recordar la última vez que derramaste una bebida, incluso si fue hace semanas. Cuando eres mayor, puede que seas capaz de recordar un libro favorito que uno de tus padres compartió contigo, o cómo se veía tu cuarto de la infancia.

La memoria a largo plazo puede ser dividida en dos categorías, la memoria declarativa (explícita) y la memoria no declarativa (implícita). La memoria declarativa es la memoria de los hechos, datos y eventos. Es la razón por la que puedes recordar el nombre de tu personaje favorito en tu show favorito. La memoria no declarativa involucra la recordación inconsciente. Por ejemplo, la memoria muscular es un tipo de memoria no declarativa que te ayuda a recordar cómo montar bicicleta o cómo hacer tu baile favorito.

La memoria a corto plazo es la que está activamente en y dentro de tu cabeza, en este mismo instante. ¡Leer sobre memoria a corto plazo tiene a tu cerebro creando recuerdos a corto plazo! La memoria a corto plazo tiene poca capacidad y solo puede mantener recuerdos por unos cuantos segundos o minutos. Los científicos estiman que sólo puedes mantener entre cuatro y nueve piezas de información en tu memoria a corto plazo en un momento dado.

Una adolescente se sienta en una silla en el extremo derecho de la imagen. Debajo de ella, el texto dice “memoria a corto plazo”. A la izquierda hay una línea de tiempo empezando cinco minutos atrás y yendo hasta diez años atrás. Eventos comunes son mostrados en burbujas de pensamiento. El texto dice “memoria a largo plazo”.
¿Cuánta nueva información puede absorber tu cerebro? Crédito: Sandy Roberts con Canva.

Dormir ayuda a tu cerebro a absorber información

El hipocampo es una estructura primitiva que es parte del cerebro humano y mamífero. Es donde la información es reunida y almacenada. Puedes pensar en él como el “buzón de entrada” del cerebro, donde toda la información que aprendes es reunida. El hipocampo también está involucrado en consolidar la memoria a corto plazo como memoria a largo plazo. (Dato curioso: la palabra “hipocampo” significa, en griego antiguo, “caballo de mar”. ¡El hipocampo recibe este nombre debido a que la forma curva de su estructura parece un caballito de mar!)

Una de las claves para convertir la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo es el sueño. ¿Alguna vez has escuchado a alguien decir “consúltalo con la almohada”? La ciencia muestra que esto es, de hecho, una muy buena idea.

Dormir después de aprender ayuda al hipocampo a procesar los recuerdos a corto plazo, esas nuevas cosas que aprendimos. Luego, durante el sueño profundo, la información es transferida del hipocampo a la corteza, un área del cerebro que guarda información como recuerdos a largo plazo. Si pensamos en el cerebro como un computador, la corteza sería el disco duro.

¿Recuerdas el experimento de la esponja de antes, en el que intentaste absorber un líquido con una esponja que ya estaba mojada? No funcionó muy bien, ¿cierto? Al finalizar el día, tu hipocampo es como esa esponja empapada, llena de información. Dormir es crítico después del aprendizaje. Se necesita dormir para que el hipocampo consolide los recuerdos a corto plazo y los transfiera a la corteza como recuerdos a largo plazo. Sin una buena noche de sueño, tu cerebro no absorberá y guardará bien nueva información.

Cuando obtienes suficiente sueño, entre ocho y diez horas para adolescentes y más para niños, tu cerebro estará listo para absorber montones de nueva información. Tu hipocampo será como una esponja seca. Por esta razón, dormir también es crítico antes de dormir.

Nuevas investigaciones sobre el cerebro muestran que éste repite información durante el sueño, seleccionando qué información almacena como recuerdos a largo plazo, y fortalecer esos recuerdos de manera que persistan. Esta repetición conecta la información entre sí, haciendo más fácil recordarla. Hasta donde la ciencia sabe (recuerda que el cerebro es un increíble órgano que todavía estamos investigando para intentar entender cómo funciona), no hay manera clara de saber cómo el cerebro selecciona un recuerdo específico para guardarlo, pero los investigadores creen que hay diferentes factores que pueden influenciar si es almacenado o no.

Creando recuerdos más fuertes

Supongamos que es la noche antes de un examen importante. No has estudiado, así que te quedas toda la noche despierto y rellenas toda la información en tu cabeza. ¿Es eso una buena idea?

Ya sabes la respuesta: No, no es una buena idea. Dormir es esencial para que el cerebro cree recuerdos a largo plazo. Sin poder dormir, la mayor parte de lo que has aprendido la noche anterior se habrá ido para el momento en el que tomes el examen, porque tu cerebro no tuvo la oportunidad de transferir la información a los recuerdos.

Además, cuando no duermes, tu cerebro trabaja de forma menos eficiente, desacelerando su tiempo de reacción. Esta desaceleración causa que olvides información de forma más fácil. También, la falta de sueño puede causar falta de atención y hacer más difícil concentrarse en información importante.

¿Quieres usar la ciencia para mejorar tu estudio? Aquí hay algunos hábitos de estudio efectivos que deberías considerar:

  1. Haz conexiones: Conecta nueva información que estás aprendiendo con información previamente aprendida.
  2. Haz y responde preguntas: Revisa las preguntas, o mejor aún, crea tus propias preguntas para poner a prueba tu conocimiento.
  3. Organiza: Crea listas, esquemas, acrónimos, ¡o incluso canciones! Organizar información ayuda a hacer claras las conexiones entre diferentes piezas de información.
  4. Toma descansos: ¡No rellenes! Prueba sesiones de estudio más cortas (30-60 minutos) y toma descansos intencionales y energizantes para dejar a tu mente descansar.
  5. Prioriza dormir: Duerme bien la noche antes de tu examen, porque el sueño mejora el almacenamiento de la memoria a largo plazo.
  6. Evita “la ilusión de aprender”: Simplemente releer o resaltar información en los textos guía puede hacerte sentir como si estuvieses aprendiendo, pero eres más proclive a recordar la información si interactúas con ella de manera más profunda.
  7. Toma notas de forma activa: Si puedes elegir entre tomar notas en un computador o en papel, elige el papel. Cuando escribes notas a mano, debes resumir las ideas, lo cual te ayuda a construir recuerdos. Si usas un computador, asegúrate de no estar simplemente transcribiendo las notas; piensa activamente sobre la información a medida que tomas notas.

Constructor de cerebro

Crédito: Lucas LePrince (designer), Fai Kosciolek (illustrator)

¿Listo para darle un desafío a tu cerebro? Este rompecabezas de memoria demuestra que los recuerdos son formados al crear conexiones entre experiencias. Descarga e imprime el rompecabezas en papel. Debes doblar el papel, hacer conexiones, para revelar una imagen completa. Una vez lo hagas, un código secreto te será revelado. Ingresa el código en la Máquina Enigma de Science Friday para descubrir si tenías razón y para recibir tu insignia digital.

¿Te encantó este desafío? Esta actividad y rompecabezas son parte de la sala de escape de neurociencia Hack Your Brain. Suscríbete al boletín para recibir la experiencia completa de cinco días.

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¡Aquí hay algunos estupendos recursos que puedes revisar!

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Agradecimientos especiales a la Dana Foundation por financiar Hack Your Brain.

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Créditos
Lección de Svea Anderson
Consulta sobre neurociencia por Daisy Reyes
Diseño de juego por Lucas Leprince
Ilustrado por Joy Ho
Rompecabezas Ilustrado por Fai Kosciolek
Edición de desarrollo por Sandy Roberts
Edición de redacción por Ariel Zych, Santiago Flórez, y Robin Kazmier
Producción digital por Sandy Roberts
Traducción al español por Cuentero Productions

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About Svea Anderson

Svea Anderson is a twenty-year veteran educator who never hesitates to step out of her comfort zone and try something new. She enjoys a challenge and never passes up an opportunity to learn something new.

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